El tema de actualidad es la división de la soledad en dos categorías, la “Soledad Deseada” y la “Soledad No Deseada”. Pero ¿y si la Soledad Deseada no fuera fruto de un deseo, sino la aceptación de no saber encontrar la compañía deseada? ¿Y si la Soledad No Deseada no fuera una imposición externa, sino consecuencia de la toma de ciertas decisiones y resignación?
La soledad del emprendedor
Cuando una persona se define como emprendedora, se entiende que está en ese punto de emergencia en que su negocio aún no es sólido. Hoy en día emprender es una práctica extendida; cualquiera, a cualquier edad, puede tener ideas emprendedoras y ponerlas en marcha con finalidad empresarial. Sin embargo, sigue siendo un acto de excepción en la vida de una persona, que exige riesgo, valentía y mucha actitud mental.
Se nos ha suicidado otro valiente
Esta sociedad de falsas apariencias, de competitividad, de materialismo, de chismorreos y de envidias es la única culpable. Quienes se suicidan, quienes lo intentan, o quienes intentan sobreponerse a su malestar por medio de la comunicación abierta, el desarrollo personal, la medicina o la espiritualidad, son la resistencia, los verdaderos héroes de esta historia.
No soy especialista, por eso soy especial
Hoy en día se valora mucho la especialización, es decir, instruirse a fondo en un saber destinado a ser aplicado en una actividad concreta. Esto es muy práctico desde un punto de vista laboral para aquellos que quieren asegurarse un puesto específico en áreas técnicas y científicas. Registrarse dentro de un sistema específico puede reducir las posibilidades de expansión de una mente que aspira a la trascendencia.