Si eres de los que piensa: “Tengo la idea del siglo, pero odio las redes sociales”, ya puedes ir cambiando de idea: o te unes a las redes, o entierra esa gran propuesta. No va a aparecérsete ningún hada madrina para descubrir tu talento. Hasta las hadas madrinas creerán antes en aquel que se venda mejor.