Sobre la autenticidad del personaje público – IV Parte: Cómo vender un proyecto sin ser popular

Si eres de los que piensa: “Tengo la idea del siglo, pero odio las redes sociales”, ya puedes ir cambiando de idea: o te unes a las redes, o entierra esa gran propuesta. No va a aparecérsete ningún hada madrina para descubrir tu talento. Hasta las hadas madrinas creerán antes en aquel que se venda mejor.

Para la mayor parte de los profesionales es imprescindible la presencia e interacción en las redes sociales. Te gusten o no, ya no es posible mantenerse al margen, no si tu vocación es más fuerte que tu rechazo a este sistema. Hay miles de emprendedores y profesionales liberales ofreciendo sus servicios y lanzando propuestas novedosas. Las redes sociales son una herramienta excelente para darse difusión, y lo que es más importante, servirán de filtro a ese alud de ofertas.

People’s Square, Shanghái

¿Crees que tienes una idea de negocio, una obra o un mensaje valioso? Que lo digan tus seguidores en las redes sociales. Evidentemente, no hay un consejo de sabios examinando cada propuesta. Los usuarios necesitamos filtrar y para ello nos fijamos en la reacción de otros usuarios.

Los consumidores somos muy influenciables. Atendemos a aquellos que ya han influido en muchos otros. La predisposición que tenemos hacia algo (fundamentalmente hacia la persona que hay detrás) tendrá gran repercusión en nuestro veredicto.

Primer filtro: ¿quién es el autor o autora? En función de eso examina o no su propuesta.

¿Cómo se evalúa al responsable de una idea?

El currículum vitae – ¡vaya latinajo! – es un concepto del pasado. Si tienes un bien que ofrecer al mercado, hoy importa más tu presencia en internet, tu página web, la regularidad de tus interacciones en las redes sociales, el número de tus contactos y, sobre todo, de tus seguidores. Todo esto determinará tu radio de influencia. Esto es lo primero que posibles compradores o empleadores van a mirar para determinar la viabilidad de tu oferta. El resultado de tu trabajo en sí es secundario. Puedes ofertar algo de máxima calidad y nunca encontrar difusión, o, al contrario, ofrecer un producto pésimo y recibir grandes retribuciones. Aquí puedes ver ejemplos de grandes artistas desconocidos.

Anyuan Road, Shanghái

Pero si nadie me conoce, si mi presencia mediática es nula y no tengo influencia ni en mi propia casa, ¿qué oportunidad tengo de promover mi gran obra? Ninguna.

La recomendación que dan los expertos es: PRIMERO créate una comunidad de seguidores, “conviértete en una autoridad”, y, llegados a ese punto, podrás presentar tu proyecto y obtener retribuciones por él.

¿Y cómo darse visibilidad para atraer a esos seguidores? Ofreciendo gratis tu talento. Y aún así, como tu alcance es tan limitado, llegarás a 4 gatos, y el 90% no te hará ni caso, porque está demasiado ocupado atendiendo a los que ya son autoridades. Es la pescadilla que se muerde la cola: necesito tener una propuesta para ganarme a la audiencia, pero sin una audiencia predispuesta, mi propuesta cae en saco roto. Y sin seguidores, aquellos que tienen la posibilidad de ayudarme no van a invertir en mí.

Ejemplo: Hay un youtuber británico, Robbie Knox, que llevaba más de un año publicando vídeos para unos cuantos cientos de seguidores. Hace tres semanas, un youtuber de éxito, Jaakmaate, con más de un millón de seguidores, lo recomendó en un vídeo. Gracias a ello, en tres semanas Robbie ha sumado 57.000 seguidores a su canal de youtube. Sus vídeos son los mismos, pero antes de que la estrella mediática le recomendase, no sabíamos que Robbie Knox existía. Él tuvo suerte de contar con el apoyo de Jaackmaate.

Sin nadie que te ayude a darte visibilidad, se recomienda:

  • Mucha paciencia
  • Inversión de medios (tiempo, trabajo gratuito, originalidad…)
  • Constancia
  • Participación activa en diferentes comunidades
  • Una buena oferta de contenidos

Con todo ello puedes tardar entre uno y varios años en alcanzar una presencia que te avale como alguien digno de ser atendido.

Hay atajos, se venden muchos libros y cursos para ser más eficaz en el proceso. Yo, desde que me he interesado por el fenómeno al verme afectada, he podido observar que también hay muchas trampas.

En mis dos próximos artículos os enseñaré – incluso con pruebas – algunas acciones desleales que he observado en este afán por ganar visibilidad en las redes.

5 comentarios sobre “Sobre la autenticidad del personaje público – IV Parte: Cómo vender un proyecto sin ser popular

  1. Insiste, insiste e insiste, eres muy buena exponiendo tus ideas y yo estoy dispuesta a coser el saco las veces que haga falta.

Los comentarios están cerrados.

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